Exploramos el universo de la gestión de riesgos a través de las normas ISO 9001 y la ISO 31000. Analizamos qué significa realmente el pensamiento basado en riesgos, cómo integrarlo en la toma de decisiones y de qué manera estas normas permiten transformar la incertidumbre en una oportunidad para proteger y generar valor.
Si el debate te ha parecido interesante, puedes conocer más a continuación…
Qué entiende la ISO por “riesgo” y por qué también pueden ser oportunidades
Cuando hablamos de gestión de riesgos organizacionales (o ERM, del inglés), conviene empezar por la definición moderna de la ISO: el riesgo es el “efecto de la incertidumbre sobre los objetivos”. Un “efecto” es una desviación respecto a lo esperado y puede ser positiva, negativa o ambas. La incertidumbre, por su parte, no es más que falta de información.
En mi experiencia, este giro conceptual cambia el juego: ya no miramos solo amenazas; también miramos oportunidades y cómo capturarlas con un método consistente.
“Efecto de la incertidumbre sobre los objetivos”: explicación práctica
- Si un plazo podría acortarse gracias a automatizar actividades, esa es una oportunidad (desviación positiva).
- Si un proveedor único podría fallar, eso es una amenaza o riesgo (desviación negativa).
- Si lanzamos un producto y podría ir mucho mejor o peor según el canal, hablamos de ambas.
En mi caso, la frase que me sirvió para explicarlo fue: “la incertidumbre es falta de información”. Si me falta información, gestiono: busco datos o diseño salvaguardas (y, si pinta bien, apuesto para capturar más valor).
Cómo diferenciar riesgo, problema e incidencia
- Riesgo: evento potencial (aún no ocurre).
- Problema: condición ya presente que obstaculiza.
- Incidencia: evento ya ocurrido (se gestiona con respuesta y lecciones aprendidas).
Pensamiento basado en riesgos en ISO 9001: llevarlo al día a día
ISO 9001:2015 no te pide burocracia; te pide mentalidad. Pensamiento basado en riesgos significa integrar el pensar en riesgos y oportunidades en la toma de decisiones de cada proceso: estrategia, diseño, compras, operaciones, ventas, posventa y cualquier otro. No exige un método único ni hiper cuantitativo; exige decisiones informadas y trazables.
Personalmente, la jugada ganadora fue meter el riesgo en la forma de pensar del día a día. Me obligo a preguntarme: “¿qué pasaría si…?” y “¿cómo lo aprovecharía?” antes de aprobar un cambio, acudir a un proveedor o tocar un SLA.
Ejemplos rápidos por proceso
- Compras: ¿y si el proveedor A falla? Plan B y criterio de doble fuente.
- Operaciones: ¿y si el lote sale fuera de especificación? Controles en proceso y reacción.
- Comercial: ¿y si un gran descuento erosiona el margen? Políticas y umbrales de aprobación.
- Diseño: ¿y si un requisito del cliente está incompleto? Puntos de revisión y clarificación.
Donde encaja Q-NOW
Si quieres aterrizar esta mentalidad a un sistema y gestionar ISO 9001 (y otras 6 normas) en un mismo entorno, Q-NOW te permite centralizar la gestión y dar visibilidad a responsables y plazos. Es el lugar natural para registrar riesgos y oportunidades asociados a procesos, realidades actuales y decisiones, sin volverlo un ritual pesado.
Marco ISO 31000: el ciclo completo, iterativo y vivo
ISO 31000 ofrece el marco para estructurar la gestión: adaptable, iterativo y práctico.
- Comunicación y consulta: hablar con quienes viven el proceso. Sin esto, la lista queda ciega.
- Alcance, contexto y criterios: definir qué cubro, el entorno (interno/externo) y cómo voy a medir (apetito/tolerancia, umbrales).
- Evaluación del riesgo
- Identificar: ¿qué podría ocurrir, cómo y dónde?
- Analizar: causas, consecuencias, controles existentes.
- Valorar: ¿el nivel resultante cruza mis criterios? ¿Qué prioridad tiene?
- Tratamiento del riesgo: decidir opciones (ver sección 5) y planificar responsables, recursos y fechas.
- Seguimiento y revisión: ¿funcionaron los tratamientos? ¿Cambió el contexto?
- Registro y reporte: dejar huella de decisiones, resultados y aprendizajes.
Consejos prácticos:
- Define criterios antes de valorar: una matriz 5×5 o rangos de impacto (€ / calidad / tiempo / cumplimiento) ayuda a evitar sesgos.
- Prioriza poco pero bien: menos “lista enciclopédica” y más “Top-10 accionable por proceso”.
Técnicas de evaluación: de lo simple a lo robusto
No todas las situaciones necesitan lo mismo. La guía de técnicas de la ISO agrupa métodos desde sencillos a avanzados. Yo priorizo progresar en capas:
- Rápidas y cualitativas: what-if, 5 porqués, FODA, entrevistas.
- Estructuradas: APR (Análisis Preliminar de Riesgos), Ishikawa (causa-efecto).
- Profundas: FMEA/AMEF, HAZOP (según sector), cuantitativas cuando haga falta.
FMEA/AMEF paso a paso y cálculo de RPN/NPR
- Descompón el proceso/producto. 2) Lista de modos de falla. 3) Para cada modo, puntúa:
- Severidad (S): impacto si ocurre.
- Ocurrencia (O): probabilidad/frecuencia.
- Detección (D): capacidad de detectar antes de que afecte.
El RPN/NPR = S × O × D. Cuanto más alto, mayor es la prioridad.
En mi práctica, el RPN me obligó a priorizar. Pasé de docenas de ítems a un Top-5 crítico y concentré recursos ahí. Resultado: menos ruido, más impacto.
Ejemplo simple
Modo: “El pedido se envía incompleto”. S=5 (impacta al cliente), O=2 (ocasional), D=4 (difícil de detectar). RPN=40 → acciones de tratamiento: verificación de picking, doble chequeo en bultos, señalización en WMS.
Elegir la técnica adecuada
- Incertidumbre alta y tiempo corto → what-if + APR.
- Problemas recurrentes → 5 porqués + Ishikawa.
- Procesos críticos o regulados → AMEF con revisión periódica.
Opciones de tratamiento del riesgo: cómo decidir
Las opciones ISO son un menú, no una receta única:
- Evitar (no hacer la actividad).
- Aceptar o incluso incrementar (cuando se busca una oportunidad con conciencia de riesgo).
- Eliminar la fuente.
- Modificar la probabilidad (prevenir).
- Modificar las consecuencias (contener).
- Compartir/transferir (seguro, contrato).
- Retener (decisión informada con plan de contingencia).
Guía rápida:
- Si el riesgo viola la tolerancia y no aporta valor → evitar o eliminar.
- Si aporta upside claro y es controlable → aceptar/incrementar con límites.
- Si es asegurable y conviene → transferir lo financiero y tratar lo operacional.
- Si el costo de mitigar supera el beneficio → retener con monitoreo.
Del papel a la acción: criterios, matriz 5×5 y priorización
Define impactos (calidad, cliente, legal, económico, reputación, tiempo) y escalas (1–5). Cruza con probabilidad para obtener el nivel de riesgo.
Con esto, establece umbrales (p. ej., rojo ≥15, ámbar 8–14, verde ≤7) y reglas de juego (quién aprueba qué).
Mi regla operativa es simple: menos ítems, mejor foco. Prefiero un tablero con 10 riesgos críticos, due-dates claros y “owner” visible, antes que 60 líneas que nadie mira.
Su asistente digital Q-NOW como soporte
Para centralizar la gestión de ISO 9001 y otras 6 normas en un solo sitio, Q-NOW te facilita mantener un registro único de riesgos, acciones y revisiones, alineado con tus procesos. Es el puente entre la intención (criterios y matrices) y la ejecución disciplinada.
Gobierno, liderazgo y cultura: integrar el riesgo en la estrategia
La gestión de riesgos no es cumplir por cumplir. Es una conversación de gobierno y liderazgo sobre cómo proteger y crear valor de forma sostenible.
Lo digo tal cual lo vivo: no es burocracia; es decidir mejor. Sirve para proteger el valor que ya tienes y, al mismo tiempo, crear valor navegando la incertidumbre con más inteligencia.
KPI útiles
- % de riesgos “rojos” que bajan a “ámbar/verde” por trimestre.
- Tiempo medio de cierre de acciones.
- Nº de riesgos críticos recurrentes (debería bajar).
- Porcentaje de revisiones ejecutivas realizadas a tiempo.
Plantillas y checklists de arranque rápido
Registro de riesgos — campos mínimos
- Proceso/Área | Riesgo | Causa | Consecuencia | Controles existentes | Nivel (matriz o RPN) | Dueño | Tratamiento | Acciones | Fecha comp./próx. revisión.
Plan de tratamiento — campos mínimos
- Riesgo | Objetivo de reducción | Acciones | Responsable | Recursos | Fecha | Evidencia | Resultado.
Cuándo escalar
- Riesgos que exceden tolerancias, bloquean objetivos, o tienen componente legal/ético → Comité o Dirección.
CTA ligero
Si quieres arrancar sin hojas de cálculo y con visibilidad total desde el día uno, Q-NOW te permite gestionar ISO 9001 y otras 6 normas en un entorno único y ordenado. Así el checklist se vuelve sistema vivo, no documento olvidado.
Conclusión: lo que cambia cuando el riesgo se vuelve hábito
Cuando el pensamiento basado en riesgos se vuelve un hábito, el equipo decide más rápido y mejor, prioriza con criterio y conversa de oportunidades con la misma seriedad que conversa de amenazas. ISO 31000 te da el esqueleto; ISO 9001 te pide la actitud. Las técnicas (de what-if a FMEA) te dan las manos. El resultado: menos sorpresas malas, más sorpresas buenas.